Elemento Tierra
Cualidad Cardinal
Regente Saturno
Llegamos a la parte más alta de la rueda zodiacal, la energía que se viene construyendo llega a su punto más alto y entramos a la última fase del elemento tierra, que sintetiza la materia convirtiéndola en masa. En la instancia Capricorniana está el deber ser, la construcción de las cosas, los logros materiales y nuestra vida concreta. Parte del entendimiento de este punto de la energía zodiacal, es integrar materia y espíritu, ambos generados y realizados en este plano, la cruz que baja la información para la elevación del alma y el contacto con Dios, que está en lo más elevado de nuestra perspectiva simbólica, dónde materia y espíritu deben estar integradas y ser del mismo tamaño. La vida está en la vida física y los hechos corpóreos, fisonomía hecha de estructuras plasmadas, fijas y establecidas, el espíritu les da vida y sentido. La cabra representando al signo asciende por una montaña, dando rodeos para sortear los obstáculos que se interponen en su camino, pues no puede llegar directo a la cima. Mide cada una de sus pisadas y nunca pierde de vista su objetivo. La dificultad y el caos son parte de lo que se necesita, para desarrollar esta energía de construcción. Los Capricornianos siempre identifican una meta y concentran los recursos necesarios para dirigirse hacia ella, valiéndose de sus propias fuerzas. De ahí la conexión de este signo con la austeridad, la concentración, la soledad y la capacidad de sostenerse a sí mismo y a otros. Capricornio representa la autoridad, los principios, las leyes que rigen en la sociedad, las construcciones y los límites, ya que no es posible ascender más allá de la cima. Dónde tengamos desplegado Capricornio en nuestra Carta Astral, es energía que lograremos a largo plazo, con procesos que no podremos saltarnos y que cuando se logren difícilmente se desvanecerán.