Elemento Agua
Cualidad Fijo
Regente Marte y Plutón
La naturaleza de esta energía es extrema, es todo o nada, devora y vampiriza el circuito energético del zodíaco en el proceso de encontrar la sustancia de transformación, la noche obscura del alma, la agonía y finalmente la muerte para el renacimiento de la energía. El sacrificio del Escorpiano es morir para dar nueva vida, en el agua profunda que habita, necesita ir a las causas y orígenes más profundos, en permanente transformación y cambio. La piel de Escorpio está en busca de la fusión y del éxtasis, por lo que la sexualidad humana está en esta instancia del zodíaco, tiende a atrincherarse y a la tragedia, puede quedar solo o morir de celos por la idea de la separabilidad, queriendo el control de todo, se queda atado, envenenándose de las cosas que no deja fluir y su mejor defensa es el ataque, drenando su energía con enojo, haciendo honor a su regente Marte. Todo secreto, tabú y obscuridad es parte de esta energía de extrema intensidad y desde su tensión emocional le cuesta dejar la piel que habita, yéndose a los lugares más obscuros de sí mismo, resistiendo cualquier dolor. Así, con la presencia de Escorpio, lo más escondido suele salir a la luz y la cloaca se destapa en la manifestación de la energía. Los Escorpiones pueden sobrevivir en casi cualquier hábitat, son de hábitos nocturnos, tienen poderosas pinzas y un aguijón venenoso con las que pueden destruir hasta pulverizar tanto a sus presas como a sus enemigos. Dónde tengamos esta energía en nuestra Carta Astral es dónde encontraremos nuestra capacidad de transformación y dónde podemos vislumbrar nuestro lado obscuro.